El Compos se atasca y suma un nuevo encuentro sin ganar
La SD Compostela no consigue reencontrarse con la victoria. Ni
tampoco con su mejor versión. Tras una pequeña revolución en el once, el equipo
desempeñó hoy un mejor papel que frente al Numancia, generó más ocasiones y
tuvo opciones de ganar, pero sigue acusando una falta de frescura y continuidad
en su juego, además del ya conocido problema de la falta de definición.
El
encuentro, en líneas generales, fue muy espeso, monótono y con pocas
oportunidades, pero también tuvo momentos más revueltos en los que se concentraron
la emoción y las llegadas. Los primeros minutos, de hecho, fueron entretenidos,
con el balón llegando a ambas áreas y una buenísima oportunidad para
adelantarse en el marcador del conjunto compostelanista a los diez minutos. Fue
Baleato quien tuvo el gol en sus botas tras una magnífica asistencia de Jimmy,
pero el centrocampista, casi desde el punto de penalti, mandó el balón muy
alto.
No
tardó mucho el Marino en responder, y los locales rozaron el gol en un saque de
esquina minutos después. Fue la última ocasión relevante del primer tiempo, que
bajó las revoluciones y se volvió lineal y aburrido, sin continuidad en las
jugadas, sin remates, sin que el balón apenas se moviera de la zona media del
campo.
Tras
la reanudación, el Compos amenazó con subir las pulsaciones del choque con un
par de llegadas seguidas, pero no fueron más que un par de fogonazos aislados.
Aunque uno de ellos, tuvo serias opciones de acabar en gol, pero Miki, a escasa
distancia de la portería, remató al lado exterior de la red.
El
partido se volvía a dormir, pero un error del Marino lo despertó
repentinamente. Una mala cesión de un defensor fue cazada por Brais Abelenda,
al que terminó derribando el portero, cometiendo un penalti indiscutible.
Juampa, que acababa de entrar en el terreno de juego y aún estaba frío, se
encargó de lanzarlo, pero lo ejecutó mal, centrado, con poca potencia, y sin
tampoco lograr engañar al guardameta, que evitó el gol sin grandes
dificultades.
Tras
el penalti, el encuentro se apaciguó nuevamente, para volver a revolucionarse
en su tramo final. Un tramo final en el que vino primero un arreón del Marino,
con ocasiones clarísimas para llevarse el partido, y otro arreón del Compostela
después. Pero ninguno de los equipos fue capaz de ver portería, por lo que el
encuentro terminó muriendo con el 0-0 inicial.