El Compos reacciona en la segunda
parte para golear al Villalbés y afianzarse en el liderato
Alineación (4-2-3-1):
Lucas, Saro, Cardeñosa, Casas, Naveira, Mon, Tomás (Rubén), Álex Ares (Ube),
Santi Gegunde (Diego Rey), Rober Fernández y Primo.
La
SD Compostela sigue pulverizando récords. En el día de hoy fue quien de sumar
su octava victoria consecutiva, golear a uno de sus rivales directos y sumar
dos puntos más de renta sobre su inmediato perseguidor. Y eso que delante tuvo
un contrincante bien trabajado y muy bien plantando que le puso las cosas muy
difíciles, al menos en la primera parte.
Y
es que el conjunto blanquiazul no entró nada bien al encuentro, en el que
perdía mucho el balón y no era capaz de llegar con peligro. El Villalbés por su
parte se sentía cómodo en su papel de equipo serio, sólido y compacto, si bien
le faltó saber poner en aprietos a Lucas. Supo presionar, posicionarse y anular
al Compos pero no hacerle daño. Y este fue el guión de casi toda la primera
parte, en la que apenas se pudieron ver ocasiones de gol. La SD no estuvo desde
luego nada bien, pero en los últimos compases del primer tiempo empezó a
recuperarse. Empezó a tener más posesión, a elaborar jugadas más largas y a
pisar área rival, de tal forma que incluso tuvo un par de opciones para ponerse
por delante en el marcador.
En
el segundo tiempo el Compos prosiguió con esa tendencia al alza y volvió a ser
ese equipo que nos tiene acostumbrados a ser en San Lázaro. Un equipo que
domina, que ataca, que enfrasca a su rival en su campo y que persiste hasta
encontrar el gol. Un gol que llegó en el minuto 55, en una genialidad de Álex
Ares, que condujo el balón desde tres cuartos de campo para desde la media
luna batir al meta rival con un tiro centrado pero con una parábola de arriba a
abajo perfecta. Con el gol en contra y el desgaste físico de la primera parte,
al Villalbés se le puso el partido demasiado cuesta arriba. Terminó el partido
desmoralizado y cabizbajo y el Compos lo aprovechó para finiquitar el encuentro
con dos goles más. El primero de ellos lo firmó Tomás, con un
remate desde dentro del área tras una buena jugada de equipo. El segundo lo
marcó Diego Rey, que tras haber realizado la asistencia del primer
gol, se vistió esta vez de goleador para a pase de Rober Fernández, cerrar la
goleada.
Toca
ya pensar en el desplazamiento a Boiro del domingo, en lo que podría suponer
nada menos que la novena victoria seguida. Pero no va a ser nada fácil Pues si
bien el Boiro es un equipo muy irregular, cuenta con calidad más que de sobra
para darle un susto a cualquiera.