Nuevo batacazo del Compos que cae al sexto puesto
Alineación (4-2-3-1): Lorenzo, S. Pereira, Uña, Cardeñosa, Naveira, Casas (Mon), Samu (Tomás), Rober, Ares, Rubén (Santi Gegunde) y Sobrido.
La SD Compostela suma su segunda derrota y su segunda goleada en contra consecutiva. Lo hace tras un partido muy flojo en el que es difícil decidir qué ha sido peor, si el resultado o la imagen mostrada.
El Compos, como suele acostumbrar, empezó el partido con brío y con ganas. Sin embargo, se fue apagando poco a poco. Además, le costaba mucho llegar con peligro. De hecho, en toda la primera parte sólo disfrutó de una ocasión de gol, en las botas de Rubén que no supo definir bien. El Boiro, sin embargo, sí supo, y la primera que tuvo, la enchufó. El autor del gol fue Yahvé, que culminó una jugada colectiva dentro del área del Compostela, cuya defensa se quedó parada reclamando fuera de juego. El ex blanquiazul no celebraría el gol en señal de respeto hacia la que fuera su afición.
Si ya el Compos no estaba haciendo un buen papel, con el gol fue a peor. Se quedó trastocado y desganado, como asumiendo ya la derrota en el momento del primer gol. La SD nunca demostró fortaleza mental ni ganas suficientes para remontar el partido, algo que se siguió apreciando en la segunda parte. El Compos no tenía ideas, estaba dormido y dejaba pasar los minutos como si fuera en ventaja y no por detrás en el marcador. Esa zozobra, falta de identidad y de argumentos futbolísticos la aprovechó el Boiro para marcar el segundo, tras un tiro lejano que no encuentra oposición, dejando así el partido casi sentenciado.
Con este segundo tanto los de Yago Iglesias bajaron definitivamente los brazos. El Compos era incapaz de crear juego, nadie se ofrecía al jugador que tenía el balón y al final eran siempre los centrales los que tenían que sacar el balón en largo, pero tampoco había efectivos arriba buscando posibles pases. Cuando en un partido no te salen las cosas y el juego en corto no funciona, siempre queda al menos intentar sacar el partido a base de empuje y balones al área, pero ni eso intentó una SD a la que no se le vieron ganas de intentar salvar el partido. Una única ocasión en todo el segundo tiempo, que manda arriba Rober Fernández, es buena prueba de ello.
Aún por encima los cambios no surtieron el efecto deseado, sino que dejaron al equipo peor de lo que estaba. Sin Casas ni Samu, el conjunto santiagués se quedó sin bregadores en el centro del campo, entregándoselo por completo a un Boiro que empezó a hacer rondos con los jugadores del Compostela. Fueron momentos muy duros en los que se rozó la humillación. El equipo barbanceiro finalmente culminaría la goleada en el añadido tras perdonar previamente y fallar lo infallable a portería vacía. Perdonó también posteriormente lo que podía haber sido el 0-4.
El equipo finalmente fue despedido entre abucheos como hacía tiempo que no ocurría en San Lázaro. Derrota dura de digerir que muestra que no sólo el Compos no es capaz de corregir sus defectos sino que además va a peor. En las primeras jornadas la pólvora que tenía el equipo arriba paliaba las deficiencias defensivas pero ahora parece que esa cualidad goleadora se empieza desvanecer. Y cuando los rivales necesitan tan poco para hacerte gol, o tienes un promedio anotador casi sobrenatural, o es imposible mantenerse entre los mejores de la categoría.