Alberto Mariano se podrá sentar al fin en el banquillo. Hasta ahora, la falta de entendimiento con Iñaki Alonso había bloqueado la posibilidad de poder tramitar la licencia de un nuevo entrenador, lo que propició que Mariano tuviera que seguir los encuentros desde una cabina de prensa, comunicándose con un preparador por walkie talkie. Una situación no sólo estrambótica sino que también amenazaba con males mayores: si el tema no se solucionaba antes del partido del domingo, el Compos empezaría a ser multado. Ahora, Alberto deja de ser el entrenador "oficioso", para convertirse en oficialmente, técnico de la SD Compostela.
La SD, tal y como ha puesto de manifiesto en un comunicado, ha intentado por todos los medios llegar a un acuerdo con Iñaki Alonso pero ésto ha sido imposible, toda vez que el ex entrenador se ha negado a mantener cuaquier contacto con el club. No es que no haya habido acuerdo, es que Iñaki se ha negado a descolgar el teléfono. El vasco se ha negado hasta a hablar con los medios de comunicación. Así pues, al Compostela no le ha quedado más remedio que liquidar el contrato y abonar la totalidad del contrato federativo. Sin embargo, además de ese contrato federativo, existe otro contrato privado complementario que en la SD entienden que puede modificar las cantidades del finiquito. De hecho, ahora mismo están sopesando si iniciar acciones judiciales contra Alonso. "La S.D. Compostela quiere hacer constar su malestar a Iñaki Alonso por no querer establecer una vía de diálogo; por lo que pone en manos de su departamento jurídico el análisis del contrato privado que ambas partes habían suscrito. El Compostela en la defensa de sus intereses no descarta acudir a la vía laboral si fuese necesario." reza el comunicado compostelanista en su última parte.