Alineación (4-2-3-1): Adrián, Borja Facal, Castiñeiras (Diego Rey), Catú, Jimmy, Santi Taboada, Jacobo (Ó.Fondevila), Jordan (Nacho), D.Peláez, Yahvé y Joselu.
Cada vez que el Compostela tiene que desplazarse, el partido acaba en derrota o empate. Hoy, tocó derrota, y además sin dejar buenas sensaciones. Sólo una buena media hora de la SD hizo al Compos soñar con empatar, pero al final resultó insuficiente.
El Compos entró ya con mal pie en el partido y pronto se vio superado por los locales. El Avilés aprovechó la debilidad defensiva de la SD y Álex Arias anotó el 1-0 en el minuto 18. A pesar de tener por delante a Borja Facal y a Diego Peláez, consigue esquivar a los dos para marcar en un gran tiro cruzado.
El gol fue un duro mazazo para un Compostela del que no pudo reponerse,y además de no crear juego ninguno, acabó encajando otro tanto en una espectacular chilena de Cristian ante la que el portero nada pudo hacer. Una pérdida en medio campo de Peláez provocó una rápida contra de los asturianos que acabó en un centro al área rematado con esa increíble chilena. Muy mal partido de un Compostela cuya única ocasión fue un tiro desde casi el centro del campo de Jacobo. El Avilés, por el contrario, mostró una gran eficacia goleadora, haciendo dos goles en apenas tres ocasiones que tuvo.
En la segunda parte Fredi revolucionó el equipo haciendo dos cambios en el descanso que parecieron funcionar. A la SD le faltaba fe pero empezó a acercarse más a la portería contraria y logró recortar distancias por medio de Jordan, que anotó de cabeza en un rechace a un tiro de Joselu que dió en el larguero.
Este gol dio alas a un Compostela que por fin empezó a carburar. El conjunto blanquiazul sacó a relucir su mejor versión y tuvo al Real Avilés a sus pies. Múltiples ocasiones compostelanas pero ninguna terminaba en gol. Hasta cuatro ocasiones clarísimas de gol llegó a tener en una misma jugada.
Al Compos le falló la puntería en sus mejores minutos y no fue capaz de empatar. Luego empezaron a faltarle las fuerzas y el encuentro se equilibró más. Finalmente, los asturianos asestaron el golpe definitivo. Cerca ya del final, aprovecharon una jugada a balón parado para hacer el 3-1. Cantada monumental de Adrián Laureda que sale a por uvas, y Catú no acierta a despejar pero el que sí acierta es el jugador del Avilés para sentenciar el partido. La machada era ya imposible.
En resumen, nada ya que sorprenda. Falta de contundencia defensiva, falta de puntería en ataque, algún error individual, y a casa. Llevamos así desde la jornada 1 desde la que persisten los mismos problemas.
Ahora toca enmendar el error el próximo domingo en San Lázaro, ante un complicadísimo rival, el Guijuelo, tercer clasificado. Y quien sabe si con alguna cara nueva dentro del plantel.