El Compostela tiró el partido con una horrenda segunda parte en la que la defensa volvió a fallar
Alineación (4-2-3-1): Adrián (Lorenzo), B. Facal (D. Peláez), Catú, Santi Taboada, Jimmy, Gonzalo, Manu R., J.Varela, Yahvé (Jacobo), Jordan y Joselu.
Volvió a estar cerca la primera victoria blanquiazul fuera de casa, pero de nuevo se esfumó. El Compos comenzó el partido muy agresivo ejerciendo una fuerte presión sobre los ferrolanos que se tradujo en un buen número de recuperaciones y salidas peligrosas al contraataque. Fruto de uno de esos robos de balón, llegaría el gol compostelano. Jordan forzó el error del rival y tras una buena jugada por la izquierda puso el centro al área, donde Yahvé recogió el balón de espaldas y definió con precisión.
El partido pintaba bien pero el problema fue que el Compos se relajó con ese marcador. Viendo que estaba creando más peligro presionando y saliendo a la contra, optó por mantener ese estilo. Lo cierto es que durante la primera parte le dió buen resultado, ante un Racing que tampoco creaba excesivo peligro.
Pero en la segunda parte los racinguistas espabilaron y salieron lanzados a por el gol, mientras que la SD se dedicó sólo a amarrar. El Racing llegaba cada vez más y con mayor peligro, pero el Compos no le contestaba y seguía atrincherado. Además, uno de los artífices de que se estuviera manteniendo el 0-1 Adrián, tuvo que retirarse lesionado, un contratiempo que le vino muy mal al equipo capitalino.
La ofensiva ferrolana proseguía y ahora además lo hacía contra un portero que entraba frío al terreno de juego. Y tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió, aunque fue en un error arbitral mayúsculo. Un jugador local, que salía al campo desde la línea de fondo y estaba adelantado por unos 10 metros con respecto a los defensores compostelanistas, recibió un pase de sus compañeros ante la pasividad de los centrales que dejan pasar el balón, y definió ante Lorenzo haciendo el 1-1.
En mi vida había visto un escándalo mayor, un fuera de juego más claro imposible.
Para colmo, el Racing aprovechó el shock compostelanista para hacer un segundo gol tan sólo un minuto después, ante una pájara defensiva preocupante. Pero más preocupante fue que a pesar del gol en contra y que aún quedaba tiempo para reaccionar, el Compos no lo hizo. El mediocampo estuvo desaparecido y apenas lograba enlazar más de tres pases seguidos. Algún acercamiento hubo por parte la SD, pero lo cierto es que estuvo más cerca el tercer gol del Racing de Ferrol que el segundo del Compostela, cuya defensa siguió sufriento y mucho ante las acometidas locales.
Al final, derrota merecida 2-1 para la SD Compostela. Es cierto que hoy estuvimos muy perjudicados por el arbitraje ya que es una jugada decisiva en el devenir del encuentro. Pero es cierto también que el gol local se veía venir y era cuestión de tiempo. Si no hubiera sido en ese fuera de juego hubiera sido en otra jugada, hemos perdido principalmente porque hemos sido peores. Cuando demos la cara y hagamos un digno papel podremos quejarnos del arbitraje, pero hoy no vale excusarse. Hay que trabajar y mejorar muchas cosas. Con este nivel defensivo y esta actitud no optaremos a otra cosa que intentar salvar la categoría a toda costa.
Porque hay formas y formas de perder, pero esta es la peor. Renunciamos a nuestras señales de identidad, a nuestra filosofía de juego, a nuestros valores, a nuestra ambición. En partidos como el de Ourense se perdió pero pudimos volver a casa con la cabeza bien alta, mientras que hoy lo mejor fue perder sólo por uno.
Esperemos aprender de los errores, sacar cosas positivas de esta derrota y seguir hacia delante. El próximo rival será el Sporting B en San Lázaro. Confiemos en que entonces el Compos ofrecerá otra cara.