El partido podría resumirse en una frase comentada por los locutores de la radio asturiana: El Compos puso el juego, y el Marino los goles.
La SD siempre fue superior, tuvo más posesión, más ocasiones, y aún así acabó perdiendo. La tónica del partido siempre fue la misma. El Compos atacando y atacando, pero fallando. El Marino se defendió bien y se aprovechó de la fragilidad defensiva del Compostela para hacer hasta tres goles. Toda la efectividad que le faltó a la SD, la tuvieron los locales.
Además,tuvieron la suerte de anotar en momentos claves del partido. A tres minutos del descanso y dos minutos después de la reanudación. Todo un varapalo para el Compostela, que no puede permitirse esas faltas de de concentración. Y el caso es que el equipo tardó poco en reaccionar, pues ya Joselu en el minuto 50 recortaba diferencias. Pero ya no llegaron más goles. Y no fue porque el Compos no lo intentara, ya que la portería del Marino sufrió un asedio constante y su cancerbero se convirtió en uno de los hombres más destacados de su equipo.
Y cuando más cerca estaba el gol del empate, el Marino sentenció al contraataque.
Hay que destacar que el Compos nunca se dió por vencido y lo intentó hasta el final, terminó con sólo dos defensas en el once y murió en el campo contrario. Si hay algo que no se le pudo reprochar al equipo hoy, fue entrega y coraje. Pero esta categoría es muy exigente y está demostrando que puede ser también muy cruel. El Compos ha hecho tres buenos partidos en liga y sólo se ha llevado tres puntos. Sus carencias están siendo siempre las mismas: una defensa que en seguida rompe aguas y poca definición. Mejorando esas dos cuestiones, la SD Compostela no tendría techo en esta liga. Mientras, tocará sufrir.
